Escuchar la voz interior
La voz interior es algo innato en los niños, pero, poco a poco se va debilitando. Las voces de los adultos que la ensordecieron… entorno, sociedad, van cobrando protagonismo y cada vez son más y más fuertes.
Para llegar a la voz original, hay que atravesar muchas voces, que con fuerza resuenan en nuestro interior.
Uno debería preguntarse, esta voz que oigo…, es mi padre, mi madre, mis juicios, mis creencias, quizá mis miedos?¿?¿?¿?
Entre tantas voces impuestas, no es tarea fácil, descubrir cuál es la voz propia.
La meditación, el silencio, la introspección… son herramientas que facilitan el encuentro con esa escucha, dentro del propio discernimiento del diálogo de voces.
Estamos programados bajo el dictamen de un sistema de creencias, que nos mantiene atados esa fidelidad, pero nos aleja de nosotros mismos.
Un sistema, que desde el amor y la mejor intención, fue inculcado, por los que estaban sujetos a la misma programación.
Afortunadamente, hoy disponemos de información, herramientas y apertura, para ELEGIR Y DECIDIR, a quién quiero escuchar y a quién decido ser fiel, si a mí mismo o a los demás.
Hay que ser fuerte, para atreverse a escucharse uno mismo, respetarse y amarse tal cuál es, desde una aceptación que invita a permitirse cambiar lo que sentimos debemos mejorar y para eso, uno debe estar disponible a una escucha abierta.
Pero cuando uno se atraviesa por dentro, se reconstruye… desde esa propia voz, nada ni nadie, te puede destruir por fuera.