CUANDO EL DOLOR NO ES SUFICIENTE
Si por un momento nos imaginamos que somos un recipiente donde se van acumulando ciertos desencantos, unos más grandes que otros, pero que gota a gota, van llenando ese depósito, que no se vacía….que no se evapora, que permanece….
Llega un momento que inevitablemente, en una cronología dentro de la media estándar, ese recipiente….se llena….rebosa….y se desparrama
Que ocurriría si ese contenido se fuera revisando, momento a momento, ocupándonos cada uno de dejar el depósito vacío, limpio de posos….
Consciente de que estar vivo y tener personalidad, implica un continuo reciclaje, llenado-vaciado…que solamente es mi responsabilidad y competencia mantenerlo en óptimas condiciones, porque de ello depende mi salud y calidad de vida
¿Nos estamos dando cuenta de que somos víctimas de nuestros propios depósitos no atendidos?
¿Nos estamos dando cuenta de que a veces, es tanta la dificultad de mirar al propio dolor, de asumirlo, de integrarlo, que nos pasamos la vida intentando arrojarlo fuera de nosotros, cuando es solamente nuestro?
Estamos viendo todos los días noticas de maltratos, de todo tipo…
¿Acaso alguien cree que a ese punto se llega en un día…?
Si estuviera atendida la primera gota, jamás se hubiera llenado el recipiente
Cuando no puedo sostener mi propio contenido y necesito arrojarlo fuera, necesito culpables
Y mi mente ingeniosa, protectora, encuentra todo tipo de argumentos y buenas razones que apoyen mi visión. Una visión que debería estar dirigida a mirar-me
No lo que los demás hacen, sino cómo me siento yo, ante el hacer de otros
Los demás hacen, no te hacen
Y tú decides, cómo manejarlo
Que no me gustes, que no te comprenda, que ni tan siquiera te entienda, no me da derecho a creerme en ningún momento mejor que tú, ni a ti, mejor que yo
El otro tiene sus razones….si, también las tiene
La dificultad en aceptar que las cosas no son cómo yo quería, que las personas cambian, que no se ajustan a mis expectativas…es el origen de grandes confrontaciones
Cuando la palabra condena
Cuando la desconfianza destruye
Cuando te miras y no te conoces
Es el momento donde el respeto es más necesario
Y todo esto que estoy sintiendo, es mío y me hago cargo
Y todo eso que estás sintiendo es tuyo y te haces cargo
Y si nuestros caminos se separan, porque nuestros sentires no se soportan, hagámoslo….
Y quizá en el camino nos encontremos, con un sentir apaciguado, con un trecho recorrido, que permita, quien sabe, darnos cuenta de que era nuestro pensamiento, nuestras ideas, nuestros conceptos, nuestros apegos, lo que nos hizo separarnos, nosotros no
A veces no consiste en ser amigos, sino en no convertirse en enemigos
A veces es tan sencillo como aceptar la despedida….y la falsa ilusión
Ante la resistencia de aceptar las cosas tal y como son, iniciamos la cruzada, anhelando una victoria, con inherentes deseos a veces de venganza, que sea cual sea el resultado, nunca genera satisfacción
En la absoluta inmediatez, puede ser que sí, produzca cierta descarga de sustancias que producen subidón…
Pero cuando el dolor no es suficiente, nunca podrás saciar el hambre, nunca estarás satisfecho
Cuando el dolor no es suficiente, significa que no tengo capacidad de rendirme ante él, de abrazarlo, de acogerlo, de permitirlo, y dejarle su espacio….
Entonces conviertes el dolor en sufrimiento, un sufrimiento insoportable que necesita ser expulsado
O te envenenas
O vas vomitando veneno
O te haces responsable de lo que sientes y lo haces tuyo…
Esta última opción es la más saludable y recomendable, aunque también la menos práctica, por ser la más costosa, la más trabajosa, la más pacífica, la más humana, la más consciente….
Siempre uno puede elegir
Pero en la retirada a la alcoba del corazón, seguirás contigo….siempre, contigo y lo que hagas contigo, será con lo que te encuentres
Nunca son los otros, siempre eres tú-contigo