UN ACERCAMIENTO A LA PRÁCTICA FORMAL
Hasta que el inconsciente no se haga consciente, el subconsciente dirigirá tu vida y tú le llamarás destino
CARL JUNG
En esta maravillosa fusión de la psicoterapia y el zazen……nos asentamos en una aventura de autoindagación, abriendo puertas muy reveladoras y enriquecidas de lucidez y consciencia
Despertar en un devenir consciente…haciendo consciente lo inconsciente
En esta ocasión recordamos las palabras de alguien a quien admiro profundamente, Carl Jung…y su relato experiencial, de acercamiento de estas vertientes.
Pero antes, vamos a hacer una breve introducción en la aclaración de conceptos, para facilitar la comprensión del escrito, haciendo referencia a la lucidez y los estados de consciencia
Para ello es importante diferenciar conciencia de consciencia
Se llama “lucidez mental” al estado de la conciencia capaz de lograr la máxima concentración intencional normal de su actividad ordenada haciendo que sus contenidos posean claridad nitidez y distinción.
Una persona tiene la conciencia lúcida cuando tiene todas sus funciones psíquicas normales, lo que la lleva a una correcta orientación psíquica
Con una mirada práctica y sencilla, la CONCIENCIA, sería el escenario donde se interpreta una obra de teatro, que podemos desgranar en varios apartados, que conforman la obra
.-los contenidos de la conciencia, (que serían lo representado, objetos, yo..)
.-la estructura de la conciencia, (el marco de representación, escenario, decorado, etc)
.- y sus tres cualidades básicas :
1.Luminosidad de la vivencia (“iluminación de la escena”)
2. Amplitud del campo (“extensión del escenario”)
3. Ordenación de la vida psíquica (“puesta en escena de una obra de desarrollo coherente”).
Y desde estos conceptos, nos abrimos a una definición más profunda :
“La conciencia es una estructura compleja, irreflexiva (empírica-reflexionante), reflexiva (reflexionada), intencional, temporal (no espacial), dinámica, de flujo constante no detenible pero si «tetanizable», unificada —unificante— con sustrato orgánico, constituida por la integración de todas las funciones psíquicas en su permanente accionar, cuyo producto final es percibirse a sí mismo en el mundo”-
El biólogo molecular y premio Nobel Francis Crick, solía decir que, aunque sea necesario saber diferenciar una dimensión de la otra, en realidad siempre nos quedaremos cortos a la hora de intentar definir cada una de ellas. Son entidades tremendamente complejas, y en particular la segunda, la consciencia.
“La conciencia sólo puede existir de una manera, y es teniendo conciencia de que existe”.
-Jean Paul Sartre
Si el objetivo del ser humano en crecimiento, desde el punto de vista del desarrollo evolutivo, es despertar consciencia, nos estaríamos refiriendo en todo momento, a desarrollar la capacidad de autoindagación del inconsciente que, de acuerdo con Jung, es “la única fuente accesible para una experiencia religiosa”.
El término religiosa, no nos habla de figuras de luz, sino de la propia sombra
La iluminación nunca es el encuentro con figuras de luz, sino con la propia oscuridad, que al ser vista y reconocida, se “ilumina”
En el libro de Introduction to Zen Buddhism de D. T. Suzuki, Jung insistía en acercarse a la filosofía zen:
Yo debería advertir al lector simpático y atento a no subestimar la profundidad espiritual del Este, o a asumir que todo en torno a lo zen es algo fácil y barato. La credulidad asiduamente cultivada del Oeste hacia el Este es en este caso menos peligrosa, pues no hay palabras tan incomprensibles como en los cultivos indios.
Tampoco hay técnicas complicadas como en el hatha-yoga, lo cual libera las falsas esperanzas europeas de que la espiritualidad se puede obtener con tan sólo sentarse y respirar.
Todo lo contrario, el zen demanda inteligencia y control, como todos los grandes proyectos requieren para convertirse en realidades.
….)
Tuve la clara sensación de que toda la parte central de mi cuerpo había desaparecido o se había vuelto transparente. Podía sentir el viento silbando a través de mí. Me sentí ligero como una pluma y momentáneamente libre de todo problema; como si el fondo de mi cabeza hubiera desaparecido en el espacio detrás de mis ojos hacia el universo. Ante mí estaba el mundo: extraordinariamente vívido y vibrante, intensamente luminoso. No había tomado ninguna droga, y sin embargo estaba verdaderamente colocado.
[…] No puedo describir lo que sucedió después porque en ese instante el lenguaje y el pensamiento se disolvieron enteramente. Las fronteras entre “aquí adentro” y “allá afuera”
En una breve descripción de la diferencia entre zen y zazen, entendemos ambos cómo un proceso evolutivo,como estadios del camino ya que únicamente transitando el recorrido, paso a paso, desde uno se accede al otro
Cuando más se practica zazen, más uno comprende con todas las fibras de su cuerpo que los pensamientos son contenidos vacíos desprovistos de toda sustancia real, que vienen y van. Uno se da cuenta finalmente que existe una conciencia intuitiva, original y universal, radicalmente distinta de la conciencia habitual del yo. Si usted mantiene la postura justa, si su respiración es cada vez más profunda y calma, sentirá la realidad de la vida que impregna todo el universo. A esto puede llamarlo el campo integral de conciencia. El funcionamiento del cerebro se aclara espontánea y automáticamente, este estado no es el de una conciencia particular sino el simple retorno a la condición más normal del cerebro. Si usted mantiene este perfecto estado de conciencia en zazen, se activa la vida natural e inconmensurable más allá
Las prácticas meditativas que ponen el acento sobre una dimensión psíquica (pensamientos, percepciones, sentimientos, visualizaciones, intenciones, etc.) conducen toda nuestra atención sobre las funciones cortico-cerebrales
El zazen se concentra más bien sobre la estructura de un cuerpo-espíritu total y vivo, dejando a la cabeza existir sin darle preeminencia alguna. Cuando la cabeza está sobre-activada aparece una vida dividida y desequilibrada. Pero en la postura de zazen ésta aprende a encontrar su sitio exacto y su función en la dimensión de un cuerpo-espíritu unificado. Nuestro cuerpo humano vivo no es simplemente una agregación de partes corporales, es un todo orgánico integrado. Ello se concibe de tal forma que cuando una parte del cuerpo se mueve, cualquiera que sea la sutileza del movimiento, ello provoca simultáneamente el movimiento acorde del cuerpo.
Las palabras más elocuentes al respecto sean las del gran maestro zen Dogen:
“Estudiar el camino del Buda, es estudiar el propio ser, estudiar el propio ser es olvidar el ser y olvidar el ser es ser iluminado por las diez mil cosas”.
Jung dice que:
El Zen es de hecho uno de los retoños más hermosos del espíritu chino
Y yo doy gracias por el regalo del zen-zazen fusionado con la psicoterapia, en una complementariedad que abarca un contenido pre-consciente, consciente y supraconsciente, con visión transpersonal
La invitación es al acercamiento abierto a la práctica meditativa, a una filosofía de vida, que ofrece múltiples beneficios y regalos a la vida
Gracias