Podría empezar contando una historia…
Una historia de vivencias y experiencias personales, que día tras día, momento tras momento han ido conformando y dando vida a una técnica terapéutica, que es el resultado de la consolidación de toda la información registrada durante mucho tiempo.
Si le ponemos música a esa historia, sonarían todos los acordes…
Si le ponemos colores, aparecerían todos del arcoíris y sus posibles gamas cromáticas.
Si le ponemos voz, sonarían todas las voces, todas las escalas, desde la más grave a la más aguda…
Si le ponemos emoción….abrazaría todas que el ser humano en su existencia ha tenido que atravesar, desde el dolor más profundo, a la alegría más reconfortante.
Y si le ponemos cuerpo….
¿Qué ocurre si le ponemos cuerpo?
Pues nos damos cuenta de que todo lo nombrado ya habita en él.
Que nuestro cuerpo es un gran continente de grandes contenidos.
Contiene todas las voces, todos los sonidos, todas las emociones, todos los colores….
Esta historia sería un cuento, pero no de seres fantasiosos, sino de seres fantásticos…
Hablaría de Humanidad…
De una humanidad que atraviesa las infinitas experiencias que les toca vivir y que como pueden, como saben….como conocen….intentan vivir y a veces, sobrevivir.
Hablaría de como toda la vivencia no resuelta, dentro de uno mismo (algo que ocurre sin que uno se dé cuenta) se va acumulando en algún recóndito lugar de nuestro corazón, de nuestra memoria, de nuestra psique…. y que antes o después llama a la puerta de la atención, para ser expresado, resuelto, sanado… y liberado.
A veces uno no sabe que le ocurre y la llamada es en forma de dolor, malestar, incluso enfermedad. Esta historia hablaría de todos aquellos que les ha tocado madurar antes de tiempo, a marchas forzadas….
De todos que no han llorado lo suficiente… a veces porque no se han permitido atravesar el dolor, por temor y miedo. De aquellos que viven una vida que no es suya y han construido su propia cárcel… algunas con barrotes de oro y comodidad.
De aquellos que por necesidad de ser queridos, se han perdido en el camino.
Hablaría de duelos no cerrados….de heridas mal curadas….
Hablaría de sentimiento.
Hablaría de dolor.
Hablaría de Amor…. de mucho amor…
de GRAN AMOR
Desde mi experiencia, empezando por pacientes con fibromialgia, hasta todo tipo de patologías y dolencias crónicas, he podido comprobar cómo a través de la danza terapéutica con movimiento consciente, a la vez que libre, a lo que sumamos el soporte de la musicoterapia y el desbloqueo de estructuras corporales cerradas, de la mano de la bioenergética corporal, se abren espacios mágicos de grandes transformaciones.
Hoy sabemos que la psique está en el cuerpo, que las células tienen memoria… y que a través del movimiento permitimos que se abran puertas que permanecían cerradas, derribando muros, canalizando emoción, expresando, sintiendo, liberando…
La danza que libera, el baile que sana, que transforma…
Y desde este lugar de acompañante como psicoterapeuta transpersonal, donde tenido la oportunidad de vivenciar en primera persona, grandes transformaciones, ha nacido esta técnica de fusión de varias corrientes terapéuticas en una, la que aquí presento.
Vivencias tanto personales, como profesionales que hoy me permiten transmitir y compartir la técnica con todos los que estén dispuestos a disfrutarla. Y cuando digo disfrutarla, es porque lo maravilloso, es que además de todos los beneficios que aporta, se disfruta en la vivencia.
Este mensaje es para todo aquel que esté dispuesto a liberarse de su armadura, de su prisión y sienta la necesidad de ser libre, abrazando y amando lo que es…un ser maravilloso.
A ti….que estás leyendo… VEN Y BAILA CONMIGO
Sin culpa, sin miedo, sin reproche, sin vergüenza, sin complejo, sin juicios… VEN Y BAILA CONMIGO.
Comunicación abierta en todos los canales...
